Por DaFer
La historia de la calabaza de Halloween, o Jack-o'-lantern, se remonta a la antigua Irlanda, donde se tallaban nabos y remolachas con caras aterradoras para ahuyentar a los espíritus malignos en la víspera de Samhain, una festividad celta que marcaba el final del verano y el comienzo del invierno.
La leyenda más popular sobre el origen de la Jack-o'-lantern cuenta la historia de Stingy Jack, un hombre irlandés tacaño y borracho que engañó al diablo para que prometiera no llevarse su alma al infierno. Cuando Jack murió, no fue aceptado en el cielo por sus pecados, pero tampoco pudo entrar al infierno por la promesa del diablo.
Jack fue condenado a vagar por la Tierra para siempre, con una sola brasa del infierno para iluminar su camino. Jack puso la brasa dentro de un nabo tallado, creando así la primera Jack-o'-lantern.
La tradición de tallar calabazas de Halloween se extendió a Estados Unidos en el siglo XIX gracias a los inmigrantes irlandeses. En Estados Unidos, las calabazas eran más fáciles de encontrar que los nabos, por lo que se convirtieron en la verdura preferida para tallar.
Hoy en día, la Jack-o'-lantern es uno de los símbolos más populares de Halloween. Se talla en todo el mundo para celebrar esta festividad y para ahuyentar a los malos espíritus.
Además de la historia de Stingy Jack, hay otras leyendas que explican el origen de la Jack-o'-lantern. Una de ellas cuenta que las calabazas talladas se utilizaban para atraer a las almas de los muertos de vuelta al mundo de los vivos en la noche de Halloween. Otra leyenda cuenta que las calabazas talladas se utilizaban para proteger a los hogares de los espíritus malignos.
Sea cual sea su origen, la Jack-o'-lantern es un símbolo de Halloween que representa la magia y el misterio de esta festividad.
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